Más de 30 años de experiencia clínica inicialmente en medicina, neurología y en psicoanálisis, aunados con mi actividad docente y divulgativa, me impulsan día a día a seguir elaborando e investigando junto a mis pacientes y colegas, historias inéditas que aporten dignidad vital.

Médico Psicoanalista

El sufrimiento humano subjetivo es tan complejo y plurideterminado, que el psicoanálisis no elude nutrirse de variadas disciplinas que hacen red con la teoría psicoanalítica misma para abordar la clínica del dolor y los síntomas psíquicos

En España en la década de los 70, con el retorno de la democracia también retorna el saber del psicoanálisis. Sin embargo debemos recordar que en España Luis López Ballesteros realizó traducciones de las obras de Freud entre 1922 y 1934 antes de la Guerra Civil. El pensamiento freudiano supuso una revolución. Es de destacar que el psicoanálisis está ausente en la mayoría de las universidades españolas. 

Pienso que en las grandes ciudades el psicoanálisis tiene prestigio. En algunos lugares del mundo como El Río de la Plata o EEUU logró un auge productivo. En Galicia, hoy por hoy, se conoce su existencia en las grandes ciudades, pero aún no está introducido como referencia cultural. 

No es un producto de consumo, por lo que no se debe hacer por gusto o por esnobismo, como sucedió durante un tiempo y podemos ver por ejemplo en la filmografía de Woody Allen. En principio el psicoanálisis debe demandarse si hay sufrimiento psíquico que la medicina no pueda aliviar o que la psiquiatría solo alivia con psicofármacos. El psicoanálisis permite hablar libremente de las causas del malestar.

Es fundamental reconocer que el sufrimiento humano siempre ha existido y existirá, porque el hecho de hablar y vivir en sociedad nos produce una represión, una contención de las pulsiones. La cultura domestica al ser humano y es la característica positiva de la socialización: lograr la sublimación de las pulsiones. Sin embargo, también podemos mitigar el malestar a través de la cura con la palabra.

La felicidad es un concepto idealista y diferente para cada uno.  Freud propuso: «Hay que transformar las miserias humanas en infortunios cotidianos». El capitalismo ha impuesto un nuevo ideal de felicidad. La ciencia, el feminismo y la cultura actual son un avance en el reconocimiento de los derechos humanos con el riesgo de convertirlo en un nuevo ideal.

Entrevista concedida a "La voz de Galicia"/ año 2002

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